¿Qué funciones cumple un mediador familiar?

El mediador/a facilita la comunicación entre las partes para que ambas puedan expresar sus necesidades e intereses y comprender los del otro para así colaborar y buscar soluciones que integren los intereses de todos los miembros de la familia. Estas solución consensuadas permiten que todos los miembros de la familia ganen.

La mediación no es asesoramiento o terapia. Aunque el proceso muchas veces es beneficioso para las partes, el objetivo principal de la mediación es alcanzar un acuerdo, no resolver los sentimientos asociados a la disputa.

El Mediador/a Familiar ofrece un espacio en común de comunicación donde será más fácil centrarnos en el futuro, en lo que queremos que suceda. Un espacio donde la responsabilidad de las decisiones recae sobre los miembros de la familia y no sobre un tercero. Un espacio donde también puede ser más fácil hacer y escuchar propuestas y plantear y escuchar necesidades. Un espacio donde, por último, es más fácil alcanzar un acuerdo, una decisión compartida, que luego podamos cumplir.

A través del Mediador/a Familiar, las partes aprenden una nueva manera de comunicación que facilita que puedan mostrar, sin herir y con respeto, cuáles son sus intereses en cada momento y circunstancia. Y este aprender a comunicarse de otra manera no solo les va a ayudar a alcanzar acuerdos en un proceso de mediación, sino que les va a ser útil para afrontar todos los conflictos que surjan en un futuro.

Es un error bastante común creer que si las partes no llegan a un acuerdo en un proceso de mediación, esta ha fracasado, pero nada más lejos de la realidad. El proceso puede cumplir su finalidad si se facilita que se planteen necesidades (personales y familiares) de las partes y se generen propuestas para cubrir dichas necesidades.

Entender los problemas familiares desde una nueva óptica, desde una perspectiva diferente y más optimista. Cuando las personas estamos demasiado cercanas a un problema, este nos seduce y no nos deja ver otras formas de entenderlo ni de solventarlo.